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miércoles, 6 de noviembre de 2013

15. BRCA1 y BRCA2: La verdadera eficacia de la cirugía preventiva.

BRCA1/2 significa BReast CAncer type 1/2 susceptibility y se refiere a la susceptibilidad de tipo 1 o 2 para desarrollar un cáncer de pecho.
BRCA1 y BRCA2 forman parte del sistema de seguridad que se encarga de protegernos de las agresiones exteriores que rompen nuestro ADN, es decir: son unos genes anti-cáncer que controlan la producción de proteínas encargadas de reparar el ADN dañado.El problema surge cuando uno o los dos presentan mutaciones que afectan a su función. Sin embargo, hay que tener en cuenta, que son parte de un sistema complejísimo, que, dependiendo de cada caso, puede crear compensaciones y evitar el cáncer.
Es por eso que la ciencia sólo puede hablar de probabilidades de desarrollar o no una patología, las probabilidades no son certezas ni suponen una sentencia de muerte como parece que se insinúa en la serie de artículos de divulgación que he tenido oportunidad de leer después del impacto que una conocida actriz ha creado quitándose los pechos y hablando de ello.
Si tienes 50 años o más, y no has tenido ya un cáncer de ovario o de mama, es casi seguro que no eres portadora de genes defectuosos que puedan favorecer la aparición de un tumor­ -aunque seguirías teniendo la probabilidad general de padecerlo.
Si en tu familia hay portadores y casos de cáncer relacionados, tú puedes ser o no portadora, pero en este caso, lo debes saber ya, puesto que las pruebas genéticas se hacen habitualmente cuando el médico –oncólogo o ginecólogo normalmente–  sospecha que hay una probabilidad alta de estar en el grupo de riesgo.
Aún estando en este grupo, la magnitud real del riesgo es incierta (1) y depende del contexto, incluyendo la frecuencia y gravedad de casos de cáncer en la familia directa, el grupo étnico, los factores medioambientales, forma de vida, alimentación o stress… lo que significa que, aunque seas portadora, tu forma de vida puede evitarte el cáncer.
No era mi intención escribir sobre este tema en un blog dedicado a la menopausia, pero me he decidido a hacerlo al comprobar la ligereza con que se ha tratado el asunto de operarse los pechos en tres conocidísimas revistas de moda –que he decidido no citar– destinadas a mujeres de 25 a 45 años y que dan una idea bastante acertada del impacto de la noticia en la población general (de mujeres).
Para empezar y bajo un tono de gran comprensión y admiración por la persona que ha dado el difícil paso de operarse, se informa rápidamente de las posibilidades que tiene cualquiera de hacerse un análisis genético privado en ciertos laboratorios de los que se dan las coordenadas.
Por supuesto, es un análisis al alcance de toda aquella que tenga el dinero, que es de cientos a miles de euros, dependiendo del laboratorio y el país; pero no tiene mucho sentido hacérselo –ni recomendarlo– si no hay razones graves para ello.
Y esto es porque las consecuencias del resultado (negativo –pero puede haber falsos negativos, positivo o dudoso) no son triviales. Aún menos si se lo hacen mujeres jóvenes, que son las lectoras de estas revistas y, muchísimo menos, si supiesen que, por el momento, se conocen cientos de mutaciones distintas, de las cuales no siempre se sabe lo suficiente, que pueden afectar a cada uno de los genes BRCA. El análisis no es una cuestión de o no, como se presenta al público general; por lo que hacérselo sin razones muy serias es abrir una caja de Pandora con consecuencias que pueden ser graves.
Si queréis informaros en otras fuentes sobre en lo que una se mete con este análisis y leéis inglés recomiendo consultar la excelente página del National Cancer Institute del gobierno de los Estados Unidos (2) sobre el tema.
Además de la publicidad encubierta bajo aspecto de información, la -para nada anodina- operación de extirparse los dos pechos se suaviza con frases escogidas; por ejemplo, se considera que las implicaciones físicas y psicológicas de la extirpación son moderadas; también nos enteramos de que, según cierto cirujano plástico, esto es lo mejor que se puede hacer si se tiene la predisposición genética y según otro –también plástico curiosamente– cualquier paciente en las adecuadas condiciones mentales puede tomar la decisión de operarse.
Menos mal que hay otros –estos son oncólogos–  que recuerdan que implica pasar por un quirófano cuando en realidad no se tiene cáncer.
Esto último parece quedar en el olvido cuando se ve a la bella actriz sonriente y feliz porque (cito) hoy puedo decirles a mis hijos que no tienen que temer porque me vayan a perder por un cáncer de mama.
O cuando en otro artículo se lee la explicación de la mastectomía profiláctica bilateral: “el Dr. G nos explica que consiste en la extirpación de la glándula mamaria en ambos pechos con el fin de anular (la negrita es mía) el riesgo de desarrollar un cáncer de mama”.
Por el arte de la comunicación, la probabilidad se ha convertido en una certeza y la mutilación en una solución moderada y lógica, por no decir a la moda, que parece dar por sentado que después de la operación se está protegida de desarrollar un cáncer de mama… lo que no es cierto.
Pero miremos de cerca las probabilidades.
Una revista informa que la actriz tiene mutados los dos genes y que sus probabilidades de desarrollar un cáncer de pecho son entre un 60 y un 80 %. Según otras, es portadora de una mutación sólo en BRCA1  pero el riesgo está entre un 65 y un 87 %. Dos se ponen de acuerdo en que, después de la operación, la posibilidad que queda de padecer un cáncer de mama es de un 5%, mientras que la tercera admite que puede llegar al 10 %.
Se menciona bastante rápido o no se dice en absoluto que un BRCA1 mutado puede predisponer a un cáncer de ovario en vez de pecho y que si la mutación es en BRCA2 el cáncer podría afectar al ovario, al páncreas, al hígado o al estómago. De momento no se sugiere la ablación de estos órganos para evitarlo, aunque sí la del ovario.
Estas cifras –algo dispares–, dadas por las revistas, coinciden más o menos con las probabilidades que asumen la mayoría de los expertos consultados –los cuales, según uno de los artículos, aplauden la determinación de la actriz en extirparse los pechos– y que, respecto al cáncer de mama, son de 70 a 90 % de riesgo para BRCA1 y de 50 a 60 % en el caso de BRCA2.
Sin embargo, estas estimaciones ya no son correctas. Según el National Cancer Institute del gobierno de los Estados Unidos –institución poco sospechosa de tomarse el tema a la ligera– en la actualidad (2013) las cifras son de 55 a 65 % de riesgo para BRCA1 y 45 % de riesgo para BRCA2 (2) (3) (4).
Un riesgo alto si se compara con la población general, que tiene una estimación del 12 %, pero lejos del 87% o 90% que podría convencer, aunque se esté en perfectas condiciones de salud, para pasar por una operación de la gravedad de la que hablamos.
Según estas últimas estimaciones, menos negativas que las que se venían utilizando hasta ahora, la conocida actriz podía tener entre un 35 y un 55 % de probabilidad -sin operación-, de no desarrollar un cáncer de mama en su vida.
Sin que esto signifique que haya que pasar de un extremo al otro os propongo que miréis el video de su conferencia en la facultad de medicina de la Universidad de Lleida www.gamisassociacio.org/video/Dr-Manel-Ballester/que trata de las bases científicas de la medicina energética (recordaros que el módulo menopausia de Donna Eden entra de lleno en este campo y si lo estáis haciendo ya sabéis que funciona) y la experiencia personal y clínica de este señor en casos de cáncer.
(1) Bermejo-Perez MJ, Márquez-Calderón S  and Llanos-Méndez  A. Effectiveness of preventive interventions in BRCA1/2 gene mutations carriers: a systematic review. International Journal of Cancer 2007; 121:225-231.
(3) Chen S, Parmigiani G. Meta-analysis of BRCA1 and BRCA2 penetrance. Journal of Clinical Oncology 2007; 25(11):1329–1333
(4) Howlader N, Noone AM, Krapcho M, et al. (eds.). (2013) SEER Cancer Statistics Review, 1975-2010. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Retrieved June 24, 2013.
(5) The Critical Appraisal Skills Programme Solutions for Public Health, National Health Service, UK; website: http://www.casp-uk.net/ -.
(6) Lostumbo L, Carbine NE, Wallace J. Published Online: November 10, 2010. Women should be aware of their true risk of developing breast cancer and the limitations of current evidence when considering prophylactic mastectomy - See more at: http://summaries.cochrane.org/CD002748/women-should-be-aware-of-their-true-risk-of-developing-breast-cancer-and-the-limitations-of-current-evidence-when-considering-prophylactic-mastectomy#sthash.AYNLaGCq.dpuf

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